martes, julio 27, 2010

una serie de eventos desafortunados


En este mundo se han dicho muchas cosas que no son ciertas. Se han dicho muchas cosas malas. Han echado a perder un montón de cosas. Se han dicho tan pocas verdades.

Que los vegetarianos son todos unos anémicos enjutos. Que los de derecha son todos unos tiranos. Que los de izquierda son todos unos flojos. Que los masones comen guaguas. Que los mormones son conspiradores. Que las mujeres son todas estúpidas; mira la imbecilidad que se ha llegado a decir!. Que los hombres son todos unos mentirosos. Que los animales no tienen sentimientos. Que los niños no tienen pensamiento. Que los gringos sólo buscan destruir el mundo. Que los latinos seguimos siendo colonia de los gringos. Que los homosexuales no son personas, y que las personas No pueden ser homosexuales. Se dijo que los judíos eran inferiores, que los negros no eran humanos, que los gitanos eran ladrones, que los Fueguinos eran fenómenos de circo, que los Andinos eran bestias; más encima creyendo que las bestias no tenían corazón. Se dice que Santiago es el infierno, y que Valparaíso es sólo un puerto de Putas. Se dice que somos unos jipies botados a hierba y tierra, se dice que somos chascones, hediondos y bañados en piojos, se dice que somos dementes, unos locos que vivimos volando por los vientos del desierto, de la selva, de las risas. Se dice que el diablo está entre nosotros, que el mesías viene y pepsi lo trae, se dice que el mundo se acaba el 2012 y que todos nos vamos a morir gracias a las vacunas con mercurio.
Se han dicho infinidades de descalabros. Pero la peor aberración que se ha dicho, cariño mío, es que yo dejé de quererte.