jueves, julio 30, 2009

Pepper


"Yo he hecho eso", dice mi memoria. Yo no puedo haber hecho eso -dice mi orgullo y permanece inflexible. Al final.-la memoria cede.
F. Nietzsche

martes, julio 21, 2009

Retrato Los Tr3s.-



Los bohemios trabajamos en la hora de las Brujas; más si somos bohemios de la Tía Fanny. Con una lámpara de poca monta, y el olor de la luna llena; contabilizamos, categorizados y soñamos; que somos vampiros y mordisqueamos cuellos y lóbulos de la oreja, y bebemos sangre en cáliz de plata por el barrio Bellavista. Escabulléndonos entre ramas de árboles, de la mano, y con libros colgando de nuestras mentes.
Prendemos velas, rezamos paganas y laicas plegarias; sucumbimos ante todos los vicios, porque sabemos que tenemos más de una eternidad para vivir. Re vivir y probar. Más de una eternidad para amar.
Frágiles, dúctiles y clásicos, nos redimimos ante el ejercicio de tomar una pluma y hacerla explotar en sangre, frente a un papel. Mientras la música, o paranoicas melodías, resuenan en nuestras cabezas. Única forma de acallar el pánico que genera cada contracción del músculo cardiaco; y a la vez la forma más sutil y elegante, de dejar brotar nuestra arcaica locura.
Que todos sepan que antes de acercarse deben pedir el historial psiquiátrico!. Conozcan nuestras demencias, antes de siquiera intentar mirarnos!.
A los locos nadie los quiere, los huyen o rehúyen, les temen. Los insultan, dicen que huelen mal. A los bohemios nos pasa lo mismo.
Cada vez que cruzo esta puerta, y me quedo solo, con mis zapatos, mis perversiones y mis fotografías; me doy cuenta más de mi destilación a la soledad.
Apago el cigarro y dejo que todos esos baratos poemas, citas, y frases sueltas, se restrieguen dentro de mi cabeza. Mi mano no quiere detenerse, no tiene paz. Mi cabeza tampoco.
Tengo una sed inexplicable de sangre, de sexo, de adoración, fetichismo y abrazos; olor a pastos (re)mojados, ruidos de la oscuridad.
Pero vampiro letrado que soy, me abstengo, para no caer en románticas elucubraciones y burdas caracterizaciones.
Quieto, bebo el vino, con la sola compañía de mi biblioteca resoplándome ideas en la espalda. Aun no me quito el terno ni la corbata; que me aparentan mortal. Que me agrupan Eudaimonico.
Sé que es hora de irse a dormir, pero, como hace miles de años atrás, el sueño no me regocija y los restos de magia negra, blanca, verde, y tabaco; aun están en el bolsillo de mi pantalón.


Juntando historias, robando cuadros .No sé por qué, pero quizás si.