domingo, marzo 21, 2010

Mil tonterías para hacer tu risa estallar


Y salimos todos a las calles. Muertos de la risa con las caras maquilladas y los ojitos revoloteándose solos, de pura alegría. Unos llevaron pelotas y clavas, otros sacaron marionetas y títeres, varios llevaron narices, plumas y pelucas, otros sacaron zancos y zapatillas de punta, otros telas y trapecios, otros palomitas y diablos, otros llevaron puros abrazos y corazones. Todos llevamos colores, muchos. Y risas, risas infinitas, de esas que siempre se regalan acompañadas de varios besos.
Y fuimos nada. Fuimos colores, risas, y nada, nadita más. Fuimos felices. Nos olvidamos de las aberraciones que siempre entrometen su cuchara en nuestras vidas.
Ahí vivimos simplemente, pobres, utópicos, libres y soñadores. Nada importaba, porque todo era nada.
Volvimos al útero de la madrecita que siempre estuvo ahí para cobijarnos.
Así estuvimos muchas vidas en las calles. Así estuvimos haciendo malabares con la vida en las calles.